¿Tienes una vivienda de protección oficial y quieres venderla?
Entonces escucha esto antes de meter la pata.
No, no puedes venderla como si fuera una vivienda cualquiera. Por mucho que te hartes de ver pisos en Idealista, lo tuyo no va por libre.
Y si lo haces sin enterarte de cómo va la película, puedes acabar pagando ayudas, intereses y algún que otro disgusto que no te esperas.
¿Cuándo necesitas autorización para vender?
Básicamente, si no han pasado 5 años desde que la compraste, la respuesta suele ser: sí, necesitas pedir permiso.
Y si encima recibiste ayudas o un préstamo especial, no solo tienes que pedir la bendición de la administración… también tendrás que devolver las ayudas con intereses (sí, como si fueras un banco).
Ah, y olvídate de vender sin tocar la hipoteca: o la cancelas o renegocias. Todo tiene su papeleo, y todo cuenta.
¿Cuándo NO necesitas autorización?
Buena pregunta. Porque no todo son trabas.
Si estás en alguno de estos casos, puedes respirar más tranquilo:
Te separas y la casa se la queda uno de los dos.
Se termina un condominio y uno se queda con la vivienda.
Vivías de alquiler con opción a compra, y ahora compras la casa porque así estaba pactado.
Compraste una VPO pero sin ayudas ni préstamos públicos. Eso sí: no puedes vender al precio que quieras, hay un límite que hay que respetar.
Ya han pasado los años de castigo: 5 en el caso de ayudas de la Comunidad de Madrid, o 10 si es un plan estatal con hipoteca subrogada.
En resumen: si ya cumpliste condena, puedes vender, pero sin pasarte con el precio.
¿Y cómo se pide la famosa autorización?
Pues como todo en este país: con papeles, tasas y paciencia.
Tienes que dirigirte a la Dirección General de Vivienda y Rehabilitación con todo en regla y pagar la tasa correspondiente.
¿La vivienda fue adjudicada por una empresa municipal? Entonces también tendrás que pasar por el Ayuntamiento, porque pueden tener condiciones especiales para ese piso.
En resumen: no te líes.
Esto no es subir el piso a internet y ya está.
Hay normas, hay plazos, hay dinero público por medio y hay muchos que venden sin saber lo que hacen… y luego vienen los lloros.
Si no quieres meterte en un lío, habla con alguien que sepa.
Porque vender una vivienda de protección oficial tiene truco. Y si te lo saltas, lo pagas.
¿Tienes dudas?
Llámanos. Te lo explicamos claro y sin rodeos.
Y si no, suerte. Pero ya sabes cómo va eso de confiar en la suerte…